El Rector Organizador de la Universidad, Dr. Mariano Palamidessi, participó del encuentro de universidades reformistas el pasado 25 de agosto, en Corrientes, en la sede de Universidad Nacional del Nordeste. Estuvieron presentes rectores, autoridades y equipos técnicos de más de quince universidades argentinas, como las universidades de Cuyo, Mar del Plata, Rosario, San Luis, Catamarca, Ezeiza, Esteban Echeverría.
La jornada de trabajo se centró en una serie de proyectos elaborados por el Ministerio de Educación sobre duración de carreras, créditos, evaluación de la calidad y posgrados, que se discutirán en el próximo plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) el 8 y 9 de septiembre en San Luis. Asimismo, se debatió sobre la necesidad de aprobar el presupuesto 2024 para las Universidades, conciliando la búsqueda del equilibrio fiscal con el normal funcionamiento de las universidades públicas.
El Bloque Reformista expresó la importancia de recuperar la declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior de 2018. En virtud de ello, elaboró un documento para aportar líneas de análisis y asegurar una normativa adecuada que mejore la calidad de la oferta universitaria de pregrado, grado y posgrado, respetando la autonomía y el marco normativo vigente. En este sentido, se planteó como principio que «cualquier regulación estatal debe mantener el adecuado equilibrio entre el principio básico de autonomía y las atribuciones que la Ley de Educación Superior otorga a las instituciones universitarias».
Dado que algunos aspectos de las normas elaboradas por la Secretaría de Políticas Universitarias requieren mayor discusión y elaboración ―así como estudios empíricos que respalden las decisiones propuestas―, se coincidió en la necesidad de profundizar el proceso de evaluación, consulta y la búsqueda de consensos básicos con las autoridades y comunidades académicas del sistema universitario público y privado.
Respecto de los puntos tratados durante el encuentro del bloque reformista, el Dr. Mariano Palamidessi expresó que la discusión sobre estos lineamientos de políticas consensuados entre el CIN, los rectores de universidades públicas y el Ministerio de Educación de la Nación impactaba en la calidad del sistema y la formación de los estudiantes. Como ejemplo, señaló las diferencias entre la modalidad presencial y la virtual, acentuando que, si bien esta última fue muy útil en la urgencia de la pandemia, ahora había que avanzar con estudios y evaluaciones serias. «No es exactamente igual la experiencia del aula física que el estar virtualmente en casa. Esta modalidad pedagógica no está del todo estudiada en su diversidad y en sus efectos. En esa línea, continuó: «Hay condiciones bastante desiguales entre los estudiantes en términos de tecnología y conectividad. A la vez, como docente, no es lo mismo hablarles a quince o veinte estudiantes que están en la primera pantalla ―mientras en las siguientes hay muchas cámaras apagadas― que a cien en una clase. A los ochenta restantes no los estás viendo ni sabés si están».
Finalmente, Palamidessi concluyó que se deben estudiar mejor las nuevas modalidades para poder incorporarlas en lo que efectivamente aportan y así seguir avanzando en procesos de mejora.