Pensar la gestión de tecnologías en las instituciones educativas es fundamental para lograr la articulación entre las políticas públicas y las prácticas de enseñanza y de aprendizaje. La pandemia por COVID-19 dejó en evidencia que analizar esta dimensión implica considerar la administración de todos los recursos involucrados en una organización desde la comunicación hasta la gestión del conocimiento. También demostró que, en las décadas previas, la mirada acerca del fenómeno estuvo puesta, por un lado, más en los artefactos que en los procesos, y por otro, más en incluirla dentro de las instituciones que en pensar cómo estas instituciones iban a ser transformadas. Necesitamos comprender cuáles son las tendencias en política educativa en el mundo para poder pensar las intervenciones en el interior de cada institución. ¿Qué desafíos podemos reconocer? ¿qué decisiones es posible tomar? ¿qué otras preguntas debemos hacernos para nuestros propios contextos de trabajo?.